martes, 1 de mayo de 2007

60 ANIVERSARIO DE LA HOAC




COMUNICADO DE LA HOAC ANTE SU 60 ANIVERSARIO

En mayo de 1946 nace la Hermandad Obrera de Acción Católica a instancias de Pío XII y con el impulso del Cardenal Plà i Deniel. El objetivo de la creación de este movimiento de Acción Católica era la de acercar la Iglesia a los trabajadores.

A quien se le hace el encargo de poner en marcha este movimiento es a Guillermo Rovirosa, el verdadero impulsor de la HOAC. Y así lo hace, recorriendo las diócesis españolas, dando cursillos, creando centros obreros de AC, colaborando en el semanario TÚ, dirigiendo el Boletín (actualmente Noticias Obreras), escribiendo libros..., en definitiva, y como él mismo decía: “devolviendo a Cristo a los pobres”.

Durante estos 60 años de historia, de vida, la tarea fundamental de la HOAC ha sido y sigue siendo devolver al obrero su dignidad de hijo de Dios; nuestros esfuerzos han ido y van dirigidos a que el trabajador y su familia tengan los medios materiales, culturales y espirituales para que puedan realizarse como persona y como proyecto de humanización al que están llamados. En definitiva, nuestra labor se ha dirigido y sigue dirigiéndose, por una parte, a colaborar a generar una nueva cultura, una nueva conciencia, una nueva manera de pensar, sentir y actuar desde el Evangelio de Jesucristo, y una nueva manera de vivir en comunión. Y por otra, a colaborar a recuperar la política como dimensión fundamental de la vida de las personas, a generar conciencia y participación políticas, teniendo en cuenta la relación que existe entre la vida de las personas, los ambientes y las estructuras.

Por eso, nuestro compromiso hoy sigue siendo el mismo que hace 60 años: dar respuesta a las circunstancias que vive el mundo obrero hoy. Porque el mundo obrero sigue existiendo, y en conflicto. Un conflicto que nace de reducir a la persona del trabajador en un instrumento y en tratarla como tal, y de quitar al mundo del trabajo sus recursos y las formas de vida comunitaria.

Por todo ello, nuestra tarea tiene más sentido que nunca, porque mientras existan personas que sufren la precariedad, las malas condiciones de trabajo, los accidentes laborales, el paro, la marginación y exclusión por falta de un empleo; mientras haya mujeres que sufran la desigualdad en el trabajo, soporten una doble jornada dentro y fuera de casa; o que las familias tengan que estar separadas por motivos laborales, sin tiempo para dedicar a las relaciones personales y sociales, a la educación de los hijos...; mientras los inmigrantes que vienen a nuestro país en busca de trabajo tengan dificultades a acceder a un empleo digno y con derechos y no puedan estructurar su vida personal y familiar por este motivo, la tarea encomendada a la HOAC de evangelizar el mundo obrero y del trabajo sigue teniendo sentido y razón de ser aquí y ahora.

Rememorando aquella I Semana Nacional, que tuvo lugar del 26 de octubre al 3 de noviembre de 1946, reafirmamos nuestro compromiso con el mundo obrero, porque “ahora más que nunca” sigue siendo necesario acercarnos a la realidad de fragmentación y precariedad que viven y sufren tantos trabajadores y trabajadoras, conocer en profundidad lo que les pasa, cómo viven, en qué condiciones trabajan... y desde ahí denunciar todo lo que se opone al Plan de Dios y anunciar que es posible una organización más justa del trabajo, donde se tenga en cuenta a la persona de trabajador y a su familia.

Como Rovirosa, con su testimonio, con su mismo entusiasmo y entrega afirmamos que “En la HOAC sólo se da una cosa de valor altísimo: Jesucristo”, y que por fidelidad a Él y a la misión encomendada, nos empeñamos en dar respuesta adecuada a las dificultades que hoy vive el mundo obrero. Por eso queremos ser una comunidad eclesial más encarnada en su debilidad y pobreza, y desde ahí anunciar a Jesucristo y a su Iglesia.


LA COMISIÓN PERMANENTE DE LA HOAC
ALFONSO XI, 4 - 3º · 28014 MADRID
Tlf.: 91 701 40 87 FAX: 91 522 74 03

Durante muchísimos años que en este país no había libertades
y que la gente no tenía sitio para reunirse
siempre hubo un lugar detrás de estas siglas.
Cuando no todos disfrutábamos de los derechos que hoy tenemos
siempre hubo detrás de esta gente
muchas personas que intentaban hacerlo posible.
Muchos de los que hoy luchan por un mundo mejor
son hijos de la generación que hicieron posible movimientos de este tipo.
La existencia de grupos así da una imagen nueva de la Iglesia,
tal vez la imagen que siempre debe tener,
la de una comunidad que vive en las luces y sombras de este mundo
y comparte sus gozos y esperanzas
sus angustias y dificultades

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