Turismo e inmigración, como ha señalado Barman, son dos de los principales fenómenos de la sociedad contemporánea. Pero hay pocos lugares en el mundo donde turistas e inmigrantes coincidan en un mismo, en el caso de Canarias, pequeño territorio.
Esta confluencia inevitablemente cambia y seguirá cambiando de forma más o menos acelerada las coordenadas culturales de la población local. Creo que negar esta evidencia sólo puede traer consecuencias negativas, incluso nefastas.
Los canarios no podremos aspirar a una identidad cultural al margen del turismo y en contra de los inmigrantes. No podemos vivir sin los unos y los otros.
En mi opinión eso implica una reformulación, en muchos aspectos radical, de nuestras políticas identitarias; algo, por cierto, que no afecta sólo a los nacionalistas sino a todas demás opciones políticas y sociales de las islas.
No debemos estudiar por separado población local, los turistas y los inmigrantes. El estudio de cada uno de ellos por separado, basado en una arcaica, arbitraria y muchas veces interesada división del trabajo académico, está haciendo perder no sólo la posibilidad de desarrollar de buenas y justas políticas sociales sino, además, la oportunidad de dotarnos de líneas de investigación más finas sobre la realidad social de las islas.
Fuente: Declaraciones de Fernando Estévez, profesor de Antropología Social en la Universidad de La laguna; La Provincia- Diario de Las Palmas 24 05 05
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