Fuente : ACN 15 mayo 2007
La organización SOS Racismo señala que seis de cada diez españoles consideraban en 2006 excesivo el número de extranjeros y tres de cada cuatro se mostraban convencidos de que la llegada de inmigrantes incrementaba la delincuencia. Defiende la necesidad de considerar la inmigración como una crisis humanitaria y no como una invasión.
La portavoz de la Federación de Asociaciones de SOS Racismo de España, Begoña Sánchez, alertó hoy del peligro de los discursos políticos que vinculan inmigración con delincuencia y pérdida de identidad, porque generan xenofobia, y aseguró que este tipo de manifestaciones, “propias de la extrema derecha”, provocan problemas de convivencia.
Sánchez advirtió de la visión “alarmista y distorsionada” que tienen los ciudadanos del fenómeno migratorio, “que puede determinar una radicalización del rechazo social a los inmigrantes”, y recordó que en 2006 seis de cada diez españoles consideraban excesivo el número de extranjeros y tres de cada cuatro se mostraban convencidos de que la llegada de inmigrantes incrementaba la delincuencia, según datos del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS).
Begoña Sánchez hizo estas afirmaciones durante la presentación del informe anual 2007 sobre racismo en el Estado español, que alerta del aumento de conflictos y agresiones a los inmigrantes, no sólo a los recién llegados, sino también a los asentados, y recoge que 2006 fue el año de la “explosión de la violencia xenófoba” en la Unión Europea (UE). Criticó los discursos que ligan los problemas sociales con la inmigración, recalcó que éstos se deben a la falta de inversiones en políticas sociales y sostuvo que la llegada de extranjeros evidencia más estos problemas “pero no lo causan”.
”El racismo social se crea por la falta de políticas sociales”, insistió. También habló del papel de los medios de comunicación como generadores de estados de opinión y criticó que el 70 por ciento de las informaciones relacionadas con la inmigración sean “negativas”, aspecto que, dijo, va calando entre los ciudadanos. La información se trata mal, se sobredimensionan los temas, no se hace un seguimiento de los mismo y tampoco se abordan las causas”, apostilló Sánchez.
El informe anual 2007, realizado tras el análisis de más de 100 medios de comunicación, de los casos que atiende SOS racismo y de consultas a ONG, habla del peligro del “externalización de las fronteras” a cargo de países de la Unión Europea a terceros países, y sostiene que cuando no es posible repatriar a los inmigrantes se exportan a otros países a través de la externalización de campos de internamiento o los tratados de admisión de no nacionales, lo que genera vulneración de los derechos humanos, más impunidad e indefensión de las víctimas, así como mayor impotencia de las ONG para denunciar las irregularidades.
Sánchez criticó la política de inmigración europea, recordó que el despliegue de los medios del Frontex supuso una inversión de 3,2 millones de euros en nueve semanas, y recriminó la entrega a Marruecos de 69 millones de euros para el control fronterizo “sin condicionar estas ayudas al desarrollo”.
Política del Gobierno español
El informe también habla de la política del Gobierno español, destaca el intento de éste de trasladar las fronteras a países que no respetan los derechos democráticos como Marruecos, y critica el endurecimiento de la política de extranjería, que apunta, “no ha dado los resultados esperados, porque no aborda ni las causas ni la complejidad de la inmigración”.
Begoña Sánchez subrayó que la inmigración hay que plantearla como una crisis humanitaria, no como una invasión, y destacó que la irregularidad no es una situación buscada por quien emigra, sino el fruto de la política de visados que se practica, “con la rigidez de los procedimientos para solicitar autorizaciones de trabajo, con la incompatibilidad entre los procedimientos administrativos para regularizar situaciones y el funcionamiento del mercado de trabajo”.
Explicó que el 15 por ciento de los trabajadores regularizados en 2005 por el Gobierno español “no ha logrado renovar sus permisos en 2006” y ha vuelto a engrosar la lista de inmigrantes indocumentados.
Menores
El informe anual de SOS racismo recoge también que la situación de los menores extranjeros no acompañados en 2006 se agravó, y recalca que el aumento de la llegada a España ha puesto de manifiesto los “graves límites estructurales del sistema de acogida. Así, indica que los centros no están preparados para acoger a todos los menores, y sostiene que éstos no tienen las condiciones, recursos y personal para atender de forma eficaz a los jóvenes.
Sánchez señaló que el sistema legal español sigue tratando a los menores no acompañados como extranjeros y no como adolescentes y jóvenes, demandó que se les aplique las políticas de menores y no de extranjería, y aseguró que en 2006 su protección y tutela presentó “numerosas y graves irregularidades” que vulneran los derechos contemplados en las legislaciones española, europea e internacional.
Además, indicó que las reagrupaciones familiares de estos menores responde al control de flujos migratorios en lugar de a “una lógica protección de la infancia” y aseguró que este tipo de práctica viola los derechos de estos jóvenes, a los que no se les comunica la notificación de reagrupación ni se les pide opinión al respecto.
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