Primero, Sadam Hussein gaseó, fusiló, ahorcó a quien le dió la gana;
después, Al Qaeda derribó las Torres Gemelas para no ser menos;
después, los norteamericanos, con la acostumbrada prepotencia
de quien sabe que en los países "civilizados" nadie se opondrá a sus prácticas genocidas,
invadió Iraq pasando por Afganistán.
Consiguieron encontrar a Sadam,
asesinarle a su forma, es decir, con aberrante espectáculo televisivo, indigno de la raza humana.
Después metieron guerra y odio en todo el territorio iraquí,
y ahora a los iraquíes ya no tienen que venir a matarles des fuera.
Se matan ellos solos: suníes contra chiíes, musulmanes contra cristianos y viceversa.
Yo, por mi profesión, sé lo que es vivir bajo el miedo a los coches bomba, el tiro en la nuca,
el asesinato cobarde, el ser un blanco fácil;
y por eso hago un llamamiento, porque sé que pasado el tiempo se preguntarán;
¿por qué no lo evitamos antes?
No esperen más, háganlo ahora, que no mueran más inocentes,
una sola vida vale más que todo el petróleo iraquí.
También los españoles tuvimos una guerra civil, y al cabo del tiempo nos dimos cuenta de lo absurdas y trágicas que fueron tantas muertes. Espero que más pronto que tarde firmen la paz,
y tal vez yo pueda ofrecerles mi estilográfica para esa deseada firma
Juan José Mestanza
Alhaurín de la Torre, Málaga, España
Magazine, 26 05 07
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