Según informes de la delegación del ACNUR en España, cerca de 2 millones de iraquíes se encuentran desplazados dentro del país, y en torno a 2 millones están fuera, la mayoría en Siria, Jordania y países vecinos.
Aunque muchos de ellos, tanto dentro como fuera de Irak, huyeron antes de 2003, aumenta el número de iraquíes que ahora están abandonando sus casas, unos 50.000 al mes. Se estima que, sólo durante el año pasado desde los bombardeos de Samarra el 22 de febrero de 2006, el número de desplazados internos llegó a 712.000.
Siria tiene al menos un millón de iraquíes y se estima que Jordania unos 750.000. Egipto, Irán, Líbano y Turquía también cuentan con decenas de miles. Su generosidad ha sido excepcional, pero las preocupaciones socioeconómicas y de seguridad suponen una gran presión para los países de acogida.
Por todo ello se está poniendo en marcha la Conferencia Humanitaria sobre Desplazamiento fijada para 17-18 de abril de este año
La conferencia tendrá tres objetivos generales.
Sensibilizar a la comunidad internacional sobre la dimensión humanitaria de la situación, así como de las previsibles necesidades de protección y asistencia a millones de personas que se encuentran desarraigadas.
Buscar compromisos para hacer frente a los problemas humanitarios, incluyendo un mayor reparto de la carga para aliviar la presión a la que están sometidos los actuales países receptores de refugiados. Brindar apoyo financiero y reforzar la capacidad de respuesta. Incrementar los fondos para la protección a los desplazados internos o refugiados así como para los programas de asistencia; mejorar la calidad de la protección para los desarraigados y las oportunidades de reasentamiento para los más vulnerables.
Identificar soluciones concretas para problemas específicos, incluyendo soluciones duraderas para los grupos de mayor riesgo, como por ejemplo, los refugiados palestinos en Irak.
Pero no será ésta una conferencia exclusivamente de donantes. Engloba un amplio número de temas y objetivos, entre los que está una mejor comprensión de las dimensiones de esta crisis de desplazamiento y de las necesidades de aquellos a quienes afecta.
Aunque muchos de ellos, tanto dentro como fuera de Irak, huyeron antes de 2003, aumenta el número de iraquíes que ahora están abandonando sus casas, unos 50.000 al mes. Se estima que, sólo durante el año pasado desde los bombardeos de Samarra el 22 de febrero de 2006, el número de desplazados internos llegó a 712.000.
Siria tiene al menos un millón de iraquíes y se estima que Jordania unos 750.000. Egipto, Irán, Líbano y Turquía también cuentan con decenas de miles. Su generosidad ha sido excepcional, pero las preocupaciones socioeconómicas y de seguridad suponen una gran presión para los países de acogida.
Por todo ello se está poniendo en marcha la Conferencia Humanitaria sobre Desplazamiento fijada para 17-18 de abril de este año
La conferencia tendrá tres objetivos generales.
Sensibilizar a la comunidad internacional sobre la dimensión humanitaria de la situación, así como de las previsibles necesidades de protección y asistencia a millones de personas que se encuentran desarraigadas.
Buscar compromisos para hacer frente a los problemas humanitarios, incluyendo un mayor reparto de la carga para aliviar la presión a la que están sometidos los actuales países receptores de refugiados. Brindar apoyo financiero y reforzar la capacidad de respuesta. Incrementar los fondos para la protección a los desplazados internos o refugiados así como para los programas de asistencia; mejorar la calidad de la protección para los desarraigados y las oportunidades de reasentamiento para los más vulnerables.
Identificar soluciones concretas para problemas específicos, incluyendo soluciones duraderas para los grupos de mayor riesgo, como por ejemplo, los refugiados palestinos en Irak.
Pero no será ésta una conferencia exclusivamente de donantes. Engloba un amplio número de temas y objetivos, entre los que está una mejor comprensión de las dimensiones de esta crisis de desplazamiento y de las necesidades de aquellos a quienes afecta.
La comunidad internacional necesita enfocar de forma colectiva múltiples necesidades humanitarias, trabajando conjuntamente por aliviar el sufrimiento de millones de refugiados y desplazados en la región
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