jueves, 2 de octubre de 2008

Crisis e inmigración



Este correo que adjunto lo ha mandado hoy al programa de Radio Nacional "En días como hoy" una compañera. Dice que nadie le hará caso pero quizá fuera bueno seguir la táctica de Amnistía Internacional: abrumarlos a correos hasta que respondan. A una carta no hacen caso, si fueran cientos quizá lo harían.



Dña Ana Pastor se ha referido en la entrevista con el Sr. Lucas al "drama que supone la llegada de inmigrantes". Los políticos de casi todos los colores se refieren a estas personas como problema sólo cuando llegan a nuestros países. En parecidos términos se expresa el sr. Corbacho.



El drama no es la llegada. Son dramáticas las condiciones en que llegan y las que han tenido que soportar durante el largo camino, a veces de años, y mayor es el drama cuando mueren.



Pero vendrán y seguirán viniendo, sea cual sea la política fronteriza, porque no tienen otra opción. Porque el enorme drama es el que les impulsa a venir. El drama es que en sus países de origen no tengan futuro, ni trabajo, ni sanidad ni educación, ni expectativa de mejora. Las circunstancias en las que viven millones de personas en el mundo son infrahumanas, ni nos paramos un momento a imaginarlas, y resultarían sencillamente intolerables para cualquiera de nosotros.



Europa, y en general los países desarrollados, somos claramente una de las causas de esta situación. Imponemos a estos países acuerdos comerciales abusivos que les impiden salir de la miseria, seguimos extrayendo y aprovechándonos de sus materias primas, incumplimos una y otra vez los compromisos de ayuda internacional. Una organización tan poco sospechosa como Intermon Oxfam denuncia en sus informes la postura especialmente dura del Gobierno español dentro de la UE en sus negociaciones con los países más pobres. Les encarezco que los lean.


Les quitamos lo que es suyo, les impedimos salir de esa situación y cuando vienen, levantamos un muro para que no pasen y si lo consiguen, les devolvemos. Sobre todas estas cuestiones hay mucho de qué hablar :



De los acuerdos firmados por el Gobierno español con los países del Norte de Africa para impedir que salgan personas hacia Europa, de las condiciones en que se expulsa a los extranjeros que llegan a nuestro país, incluidos niños: esposados, sacados de madrugada de los centros de acogida, sin conocer su destino y llevados a países que no son el suyo y donde quedan en situación de total desamparo. (Ver informes de CEAR y de otras organizaciones de atención a refugiados y a inmigrantes vulnerables).



Lo único que se puede hacer frente a todos estos dramas es cambiar radicalmente el punto de vista respecto a la cuestión. Lo único que cabe es cambiar la consideración hacia estas personas; empezar a considerarlas cercanas en lugar de extrañas. Que la miseria y la muerte de esas personas nos duela y nos importe tanto como la de un compatriota, un vecino, un amigo. Que a todos nos resuolte intolerable que estas cosas sucedan.


Las muertes son todas iguales y las vidas deberían valer todas lo mismo. No puede seguir ocurriendo que los NOVECIENTOS MILLONES DE PERSONAS afectados de hambre extrema no sean noticia para nadie. Se mencionó esta cifra el día en que el representante de la FAO la hizo pública, advirtiendo que en el año 2007 el número de personas afectadas de pobreza extrema y que podían morir de hambre había aumentado en cien millones de personas.



Los medios de comunicación tienen una importancia y una responsabilidad fundamentales. Aprovechen la capacidad que tienen de llegar a la gente y de formar la opinión. Es desolador comprobar el mínimo interés de los medios en general por una situación que afecta casi a la mitad de la población del planeta. Cuando Juan Ramón Lucas mencionó ayer la cifra de 700 millones de hispanohablantes, yo inmediatamente pensé que un número mayor que ése de personas está muriéndose ahora mismo de hambre y de esos nadie habla.



Gracias por su atención.

C. Hidalgo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

esto que ocurre con la inmigración es una salvajada, a mi entender.
Y lo peor es que está sucediendo a nivel mundial.
Leí una nota de Isabel Allende, la escritora chilena, que vive en EEUU, comentando el caso de una parturienta mexicana ilegal en EEUU, que la hicieron dar a luz, encadenada a una cama, sin prestarle la asistencia correspondiente.

Ya no sé que pensar y tampoco qué decir ni cómo decirlo.
Quiénes son los locos? los que mandan? los que están en los manicomios? quiénes???, qué pasa con la justicia? por qué se denigra tanto al ser humano?

que ganas de llorar!!!

Piedad y misericordia para todos los habitantes de esta Tierra.

Un abrazo, desde Argentina.

Espero que pases a visitarme en algún momento, si tienes tiempo y ganas.