lunes, 5 de julio de 2010

Inmigrantes integrados y agradecidos: Un testimonio



Said J. llegó a España hace un par de años. Sus ideas, su manera de concebir la vida no coincidían con la de la mayoría de su pueblo. Y en su derecho a buscar una vida armónica consigo mismo, donde pueda ser independiente y no tener que plegarse a los deseos de los demás, en definitiva en su búsqueda por una vida mas feliz y plena, dejó su tierra, su gente, su historia. Llegó a este país y enseguida comenzó a hablar nuestro idioma, ha estudiado, sigue haciéndolo , intentando labrarse un futuro autónomo y con perspectivas, y durante mas de un año ha estado residiendo en un centro de acogida para inmigrantes, donde ha sabido aprovechar los servicios que allí le prestan para su integración. No puede estar ahí toda la vida, y le llegó el momento de dejar dicho centro. Su salida quiso plasmarla con una carta de agradecimiento a los que le han ayudado, y la personalizó en una mujer, la que lleva la tarea diaria del aseo, de la higiene, de la limpieza, del servicio de las comidas, de coordinar que todo funcione como una casa normal. Este es el texto de dicha carta que reproducimos por lo que significa y testimonia de un inmigrante que busca la integración en este país y sabe ser agradecido, y porque lo hace en un español que ha ido aprendiendo estos últimos años de su vida y no en su idioma materno, lo cual tiene mucho mas mérito:


“Te quiero, mamá Rosa¡



Eres la madre que no me parió, pero eres mi madre espiritual.


Darme de comer todos los días.
Lavarme mi ropa sucia.
Echarme broncas.
Hablar conmigo todas las mañanas antes de ir al colegio.
Escucharte cantar y saber que estás allí cerca.
Preocuparte conmigo por mis cosas y problemas
Darme consejos útiles


Todo esto y más cosas te han hecho madre para mí.


Te echaré de menos.
Echaré de menos tus bromas, tus conversaciones, escuchar tus canciones, tus gritos horribles que me despertaban.


Mamá Rosa, eres muy grande. Eres rosa bella y nítida. Perdóname si un día te hice enfadar conmigo. Perdóname si un día te molesté.


Te recordaré siempre, mamá. Te quiero muchísimo, mamá, y gracias por todo, Said J.



Mas que el trabajo de quien llama mamá Rosa y sus compañeros laborales, me gusta el testimonio de agradecimiento y los esfuerzos de integración de Said. Porque estas cosas no suelen ser noticias en el fenómeno migratorio y sin embargo están a la orden del día.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

No importa ni el color de la piel, ni el idioma que hable ni el pais de donde proceda, para que en su corazón, brote la gratitud hacIa aquellos que han sabido ayudarle, porque han visto en él al hermano que necesitaba su apoyo, su compañia, su comprension y sobre todo su amor.
Ojalá seamos todos un poco "mama Rosa", porque sin duda hay muchos Said J que nos estan esperando.

Anónimo dijo...

No importa ni el color de la piel, ni el idioma que hable ni el pais de donde proceda, para que en su corazón, brote la gratitud hacIa aquellos que han sabido ayudarle, porque han visto en él al hermano que necesitaba su apoyo, su compañia, su comprension y sobre todo su amor.
Ojalá seamos todos un poco "mama Rosa", porque sin duda hay muchos Said J que nos estan esperando.

Maria Consuelo

Anónimo dijo...

es muy bonito, para todos los extranjeros que están fuera de su país es bastante duro estar sin familial siempre buscan un cariño ,un abrazo abierto y cariñoso y un amor de una madre y un padre ,y es verdad ella es una flor como su nombre ,una persona que da la vida ,humor con sus risas, sus cariños y sus canciones que da alegría y pensar y sus ayudas, no hay persona que no esta agradecida por lo que ha hecho por todos los que la conocen, total es un amor una madre ,que siempre dicen que el paraíso es debajo de los pies de una madre, y ella mas que ha educado a mas de miles de personas, espero que siempre oímos su voz, vemos su cara tan luminosa y sus canciones que cada de unas tienen un significado, que dios le bendiga mama rosa le creemos mucho y espero que siempre tenga salud y viva cien año