miércoles, 6 de febrero de 2008

Democracias falsas menoscaban los derechos humanos



INFORME 2008

Human Rights Watch destaca los abusos en Pakistán, Kenia, China, Somalia

Ver informe y fotos en: http://hrw.org/wr2k8/photos_sp.htm

(Washington, DC, 31 de enero de 2008) – Las democracias establecidas están aceptando elecciones defectuosas e injustas por conveniencia política, declaró Human Rights Watch hoy al hacer público su Informe Mundial 2008. Al permitir que autócratas se hagan pasar por demócratas, sin exigirles que defiendan los derechos civiles y políticos que dan significado a la democracia, Estados Unidos, la Unión Europea y otras democracias influyentes arriesgan socavar los derechos humanos a nivel mundial.

Los Estados que se cubren con el manto de la democracia, entre ellos Kenia y Pakistán, deben garantizar los derechos humanos que son esenciales para ésta, incluyendo los derechos a la libertad de expresión, reunión y asociación, así como elecciones libres y justas. Sin embargo, en 2007 demasiados gobiernos, incluidos los de Bahrein, Jordania, Nigeria, Rusia y Tailandia, actuaron como si el solo hecho de llevar a cabo una elección fuera suficiente para demostrar que una nación es “democrática”, mientras que Washington, Bruselas y capitales europeas les siguieron el juego, aseveró Human Rights Watch. El gobierno de George W. Bush ha hablado de su compromiso con la democracia en el extranjero, pero a menudo guardó silencio acerca de la necesidad de que todos los gobiernos respeten los derechos humanos.


“En la actualidad es muy fácil que los autócratas tengan éxito en instalar una democracia fraudulenta”, dijo Kenneth Roth, director ejecutivo de Human Rights Watch. “Eso se debe a que demasiados gobiernos occidentales insisten en que haya elecciones, pero no pasan de ahí. No presionan a los gobiernos en cuanto a cuestiones cruciales de derechos humanos que hacen que la democracia funcione – una prensa libre, la reunión pacífica y una sociedad civil en funcionamiento que realmente pueda desafiar al poder”.

En su Informe Mundial 2008, Human Rights Watch examina la situación de los derechos humanos en más de 75 países. Human Rights Watch identificó numerosas violaciones a los derechos humanos que requieren atención, incluyendo atrocidades en Chad, Colombia, la región de Ogaden en Etiopía, Irak, la República Democrática del Congo, Somalia, Sri Lanka y la región de Darfur en Sudán, así como en sociedades cerradas o con una represión severa en Arabia Saudita, Birmania, China, Corea del Norte, Cuba, Eritrea, Irán, Libia y Vietnam. Los abusos como parte de la “guerra contra el terror” sobresalieron en Estados Unidos, Francia, Pakistán y el Reino Unido, entre otros países.


Abusos graves contra los derechos humanos están empeorando la crisis humanitaria en Somalia y en la región de Ogaden al este de Etiopía. “La situación en Somalia y en la región de Ogaden en Etiopía, donde millones de personas están sufriendo, es una tragedia olvidada”, dijo Roth.


Sobre el gobierno de Sudán recae la principal responsabilidad por cinco años de crisis en Darfur, declaró Human Rights Watch. Alrededor de 2.4 millones de personas están desplazadas y cuatro millones sobreviven con ayuda humanitaria. En las últimas semanas, aldeas del occidente de Darfur han sido atacadas y personas civiles se encuentran en riesgo grave mientras que todas las partes ignoran el derecho internacional humanitario.


El gobierno militar de Birmania, notorio por décadas de abusos, utilizó una fuerza letal en agosto y septiembre en respuesta a las protestas pacíficas de monjes, activistas por la democracia y civiles comunes. Centenares de personas continúan detenidas arbitrariamente.

En Sri Lanka, fuertes enfrentamientos entre los Tigres de Liberación de Tamil Eelam y las fuerzas del gobierno condujeron a ataques deliberados e indiscriminados contra civiles. Centenares de personas han “desaparecido” y más de 20,000 han sido obligadas a desplazarse.


El bloqueo de Gaza por parte de Israel niega a 1.4 millones de residentes los alimentos, combustibles y medicamentos que necesitan para sobrevivir, un castigo colectivo que viola la legislación internacional. Grupos armados palestinos continúan lanzando ataques indiscriminados con cohetes sobre áreas pobladas de Israel, en violación de la legislación internacional.

Human Rights Watch dijo que una presión internacional persistente en torno a los Juegos Olímpicos 2008 podría llevar a los líderes chinos a mejorar el respeto de los derechos humanos en China. No obstante, Human Rights Watch advirtió que la organización de las Olimpiadas está exacerbando los problemas de desalojos forzosos, abusos contra los derechos laborales de migrantes y el uso de arrestos domiciliarios para silenciar a disidentes. El gobierno chino está persiguiendo a abogados y activistas de derechos humanos.


“Las Olimpiadas de 2008 constituyen una oportunidad histórica para que el gobierno de China le demuestre al mundo que puede hacer realidad los derechos humanos para sus 1.3 mil millones de habitantes”, dijo Roth.

Los abusos de Estados Unidos a detenidos en la llamada “guerra contra el terror” son una gran preocupación; 275 detenidos aún se encuentran en la Bahía de Guantánamo sin acusación formal. Algunos de ellos permanecen ahí después de que Estados Unidos autorizara su puesta en libertad, ya que no pueden regresar a sus propios países y ninguna nación está dispuesta a reasentarlos.

Estados Unidos continúa teniendo la tasa de encarcelación más elevada del mundo y los hombres negros son encarcelados a una tasa seis veces mayor que la de los hombres blancos.


Human Rights Watch ha documentado varios casos de elecciones manipuladas a través de: fraude patente (Chad, Jordania, Kazajistán, Nigeria, Uzbekistán); control de la maquinaria electoral (Azerbaiyán, Bahrein, Malasia, Tailandia, Zimbabue); bloqueo o disuasión de candidatos opositores (Bielorrusia, Cuba, Egipto, Irán, Israel en los Territorios Palestinos Ocupados, Libia, Turkmenistán, Uganda); violencia política (Camboya, Etiopía, Líbano, República Democrática del Congo); represión contra los medios de comunicación y la sociedad civil (Rusia, Túnez), y menoscabo del Estado de derecho (China, Pakistán).

Muchas de estas tácticas son ilegales según la legislación nacional e internacional, pero los poderes externos raras veces exigen cuentas por ellas a los gobiernos. Human Rights Watch dijo que las democracias establecidas a menudo se rehúsan a hacerlo por temor a perder su acceso a recursos u oportunidades comerciales, o debido a los requerimientos percibidos del combate al terrorismo.


Human Rights Watch declaró que Estados Unidos y la Unión Europea deberían insistir en que los gobiernos hagan más que celebrar elecciones, y exigirles que defiendan los derechos garantizados por la legislación internacional, incluyendo medios de comunicación libres, libertad de reunión y voto secreto.


“Parece que Washington y los gobiernos europeos están dispuestos a aceptar incluso la elección más dudosa, siempre y cuando el ‘vencedor’ sea un aliado estratégico o comercial”, dijo Roth.

Estados Unidos y algunos aliados han dificultado exigir que otros gobiernos defiendan los derechos humanos cuando cometen abusos en la lucha contra el terrorismo. Y cuando los gobiernos autocráticos esquivan las críticas por violar los derechos humanos al fingir ser democráticos, la defensa global de los derechos se ve en peligro, dijo Human Rights Watch.


En Pakistán, donde el presidente Pervez Musharraf ha inclinado el campo de juego electoral reescribiendo la Constitución y despidiendo a magistrados independientes, las elecciones parlamentarias se realizarán en febrero. Pero Estados Unidos y Gran Bretaña, los principales donantes de ayuda a Islamabad, se han rehusado a condicionar la asistencia para el gobierno a la mejora de las condiciones preelectorales.


En Kenia, Estados Unidos por lo menos ha manifestado preocupación acerca de la aparente manipulación de la elección presidencial que tuvo lugar en diciembre y la violencia que hasta la fecha ha cobrado más de 700 vidas. Sin embargo, luego de haber aceptado los resultados de las elecciones realizadas en febrero de 2007 en Nigeria, rica en petróleo, a pesar de las generalizadas y verosímiles acusaciones de manipulación y violencia electoral, Washington dejó en Nairobi la impresión de que el fraude sería tolerado. Ni siquiera ha amenazado con retener la ayuda para obligar al gobierno keniano a negociar con la oposición.

“El líder de Nigeria llegó al poder en una elección violenta y fraudulenta y, pese a ello, ha sido aceptado en el plano internacional”, dijo Roth. “No causa sorpresa que el presidente de Kenia se haya sentido capaz de manipular su reelección”.

Extrañamente, la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE), que se supone debe promover la democracia, los derechos humanos y la seguridad, accedió a que su presidencia sea ocupada en 2010 por Kazajistán, que posee grandes reservas de petróleo y gas codiciadas tanto por la Unión Europea como por Rusia. La decisión de la OSCE se dio luego de que el partido gobernante kazajo “ganara” todos los escaños en las elecciones parlamentarias de agosto, en las cuales, según los propios observadores de la OSCE, los medios de comunicación fueron censurados, la oposición reprimida y el recuento de votos defectuoso.

Human Rights Watch señaló que hubo acontecimientos positivos en exigir cuentas a líderes abusivos. Alberto Fujimori y Charles Taylor, los ex presidentes de Perú y Liberia, se encuentran en juicio por violaciones a los derechos humanos. La Corte Penal Internacional celebrará su primer juicio en mayo.

El Informe Mundial 2008 incluye ensayos sobre la política extranjera de China; la forma en que activistas ayudaron a crear los Principios de Yogyakarta para los derechos de lesbianas, homosexuales, bisexuales y personas transgénero; el flagelo de la violencia contra niñas y niños en escuelas, en los hogares, en las calles e instituciones, así como la erosión, por parte del gobierno británico, de la prohibición de la tortura a través de “garantías diplomáticas” contra el maltrato

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