domingo, 30 de diciembre de 2007

El triste cuento de la Ley de Extranjería







El triste cuento de la Ley de Extranjería en España de 2007

Explicado a los habitantes de España por Eduard Sagarra Trias Abogado socio de Roca Junyent , doctor en Derecho y profesor UB y ESADE.



La historia que a continuación les voy a relatar, no es un cuento para niños ni una fabula inventada o fantástica, ni ocurrió hace muchos años en un pueblo alejado (como en los mejores cuentos) sino que es la cruda realidad de, lo que esta sucediendo hoy y aquí, en la España del siglo XXI. Sencillamente se trata el tema de la extranjería y la emigración que afecta directamente, a más de 4.000.000 millones de no nacionales residentes, e indirectamente a todos los españoles.



“Érase una vez en un país muy cercano, y a finales del siglo XX, una pobre Ley de Extranjería, apadrinada por un ministro, llamado Manuel Pimentel, pero que estaba alineado dentro de un equipo o partido político en que no le quería por ser excesivamente buena persona y porque seguía el camino trazado por la Constitución.



En el año 1999, este ministro, con el consenso de todos los grupos parlamentarios, sindicatos, organizaciones empresariales y de inmigrantes, aprobó una Ley Orgánica llamada 4/2000 que trata sobre los derechos y libertades de los extranjeros en España. Pero, como sucede en la mayoría de cuentos, no todos eran bondadosos ni generosos ni les gustaba ir por el justo camino constitucional, sino que una parte mayoritaria del Parlamento de España, que se denominaba PP, no le gusto nada aquella Ley ni la quería, pero a pesar de ello y de hacer todo lo que pudo para hundir la ley, esta fue aprobada por los demás partidos votando juntos, que, evidentemente eran en aquellos momentos mas numerosos que el grupo llamado PP.



El partido/grupo montó en cólera y su gobierno mucho más!, pues resulto ser la única vez que no ganaba una Ley (Orgánica u ordinaria) durante su primer mandato/ legislatura. Sus dirigentes se enfurecieron, mucho y juraron venganza contra la ley y sus valedores. Poco después, se convocaron nuevas elecciones generales y en ellas volvió a ganar – esta vez con mayoría absoluta- el “partido vengador”. Al alcanzar el gobierno se puso de inmediato a redactar -como prioridad absoluta - otra Ley de Extranjería , para anular y modificar la anterior que ellos consideraban muy mala; y a su vez sirviera de escarmiento a las demás fuerzas políticas; y supieran quien mandaba de verdad en aquel bonito país!!!!



Mientras tanto, en el mismo escenario, es decir un país prácticamente rodeado de mar, y con unos lazos culturales con otros continentes, iban llegando inmigrantes a miles por tierra, mar y aire ajenos al “rifirrafe” legislativo, o lucha parlamentaria. Como tenían hambre y escapaban de la miseria, se instalaron en estas tierras -primero poco a poco, y después como un torrente descontrolado – calificado como “efecto llamada” y que trabajaron ,ganándose -más o menos bien- su sustento y la de sus hijos enviando mensajes con dinero a sus familiares, que se les denominaba “remesas “ que todos los bancos querían transportar y hacer de mensajeros.



Al cabo de dos meses de ser elegidos, el nuevo gobierno del partido mayoritario, raudo y veloz había hecho una nueva Ley Orgánica para los extranjeros no comunitarios, más restrictiva para el ejercicio de los derechos de los extranjeros. Fue tal la celeridad y prisa, que no se dieron cuenta que se saltaban unos tramites que eran obligatorios –en España- como el permiso o consulta del Consejo General del Poder Judicial y el del Consejo de Estado. Como Pulgarcito tuvieron que desandar el camino y volverlo a hacer constitucionalmente hablando. La nueva Ley aprobada con Urgencia por la mayoría absoluta que tenían en el Congreso, se publicó a finales del mismo año 2000, y se bautizó con el nombre de Ley 8/2000 de Extranjería. En un solo año se habían aprobado DOS leyes Orgánicas de extranjería. Éramos la envidia de los demás países de Europa !!!!!



Algún Robin Hood hispano, como el Parlamento de Navarra, la Diputación de Aragón, y otras (con el soporte de la infatigable Subcomisión de Extranjería de los Abogados), pero con la ausencia incomprensible del Defensor del Pueblo de España,( que no lo es solo de los españoles sino de todos sus habitantes ) recurrieron la Ley 8 /2000 por considerar que vulneraba derechos y libertades que la Constitución garantiza des de 1978 a todas las personas que están en España.



El Hada madrina se llamaba Tribunal Constitucional y era quien debía de juzgar a quién daba la razón, si el gobierno del PP o los valerosos y esforzados, pero legales recurrentes. Lamentablemente el Tribunal tenía mucho trabajo y por si fuera poco tenía muchos, muchos problemas internos. Algunos de sus miembros estaban “caducados o a punto de llegar a la fecha de caducidad”; aunque estuvieran muy cansados, no los reponían como estaba mandado. En principio y, en teoría, eran 12 miembros o Magistrados, pero en el 2007, no todos podían votar y se producían situaciones curiosas como, en ocasiones no tener presidente, en otras el presidente sustituto votaba contra el titular. El pueblo no entendía nada, pues en ocasiones sólo eran 7 o 8 ya que los demás tenían una enfermedad llamada “recusación” que empezaba a ser como una epidemia en aquel Tribunal Constitucional, y además el presidente suplente o titular tenia un derecho llamado “dirimente”.



Pero, no hay mal que cien años dure ni cuerpo que lo resista, y al cabo de casi 8 años de aplicarse la Ley Orgánica 8/2000 (que recordemos había modificado la primera 4/2000)el Tribunal constitucional (cansado y maltrecho por aquellas extrañas enfermedades y epidemias que asolaban a sus miembros y a los de otros cuerpos del poder judicial) declaró que determinados artículos de dicha ley eran INCONSTITUCIONALES pues prohibían, a los no nacionales, el ejercicio de los derechos de reunión, manifestación, sindicación, educación no obligatoria y asistencia letrada gratuita. A la sazón su numero había aumentado y ya eran más del 13% o 14% (inmigrantes regulares e irregulares) de la población española



Los españoles y los europeos boquiabiertos no saben lo que va a pasar ni como acabara el cuento. El relator tampoco -por mucha imaginación que quiera ponerle- no tiene imaginación suficiente para prever cual va a ser la futura legislación ni la “política de extranjería en España”, pero se teme que se seguirá haciendo política “con la extranjería” en la próximas elecciones generales, y el problema se ira agrandando, sin solución.



Colorín colorado este cuento se ha acabado y el Tribunal constitucional ya ha hablado.


ENTRAÑABLE CUENTO DE NAVIDAD CREADO POR EL INIGUALABLE, EDUARD SAGARRA I TRIAS


Barcelona noviembre 2007

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