La Fundación de Ciencias de la Salud presenta el estudio “Diferencias en la utilización de los servicios sanitarios entre la población inmigrante y la española”, que cuenta con el apoyo de la Consejería de Cooperación e Inmigración de Madrid
La población inmigrante utiliza los servicios
sanitarios con menor frecuencia que la autóctona
La consulta al médico general y la hospitalización son los servicios
sanitarios en los que se ha encontrado una menor diferencia de
frecuentación entre la población inmigrante y la española
El médico especialista y los servicios preventivos son las
prestaciones en las que se ha encontrado mayores diferencias.
No obstante, existen algunas excepciones a este patrón general,
como la excesiva utilización de los servicios de urgencias por los
inmigrantes procedentes de América Central y del Sur.
En líneas generales, aquellos sujetos que emigran están más sanos
que los que se quedan en sus lugares de origen, una ventaja que
suele alargarse durante largo tiempo.
La condición de inmigrante influye más que el lugar de procedencia
en el uso que se hace de los servicios sanitarios: los inmigrantes
de los países ricos muestran un comportamiento similar a los
inmigrantes procedentes de los países pobres.
Madrid, 24 de junio de 2008. ”En líneas generales, la población inmigrante en
España utiliza los servicios sanitarios con menor frecuencia que la autóctona, al
igual que ocurre en otros países”, ha apuntado el Prof. Enrique Regidor, del
Departamento de Medicina Preventiva, Salud Pública e Historia de la Ciencia
de la Universidad Complutense de Madrid (UCM), en la rueda de prensa de
presentación de un estudio de la Fundación de Ciencias de la Salud, que
cuenta con el apoyo de la Consejería de Cooperación e Inmigración de Madrid.
Bajo el título “Diferencias en la utilización de los servicios sanitarios entre la
población inmigrante y la española”, la investigación ha analizado la
información proporcionada por cuatro encuestas de salud realizadas en la
ciudad de Madrid (2005), Cataluña (2006), Comunidad Valenciana (2006) y
Canarias (2004), y en las que se recogía información relativa al lugar de
procedencia de los entrevistados. “Los resultados son extrapolables al resto de
autonomías”, explica.
Durante la rueda de prensa, en la que también ha estado presente Gabriel
Fernández Rojas, Director General de Inmigración de la Comunidad de Madrid,
se han puesto de manifiesto algunos hallazgos destacables, como el relativo a
que “la consulta al médico general y la hospitalización son los servicios
sanitarios en los que se ha encontrado una menor diferencia de frecuentación
entre la población inmigrante y la española”, señala el Prof. Regidor. Ocurre lo
contrario con el médico especialista y los servicios preventivos, siendo ambas
prestaciones utilizadas en mucha menor frecuencia por la población inmigrante
que por la población española.
Estos resultados podrían deberse a la existencia de diversas barreras de
acceso a los servicios sanitarios relacionadas con el entramado administrativo,
o razones culturales, lingüísticas o religiosas. Otra razón podría ser el buen
nivel de salud de esta población a su llegada a España como consecuencia del
sesgo del inmigrante sano. “Es sabido que aquellos sujetos que emigran están
más sanos que los que se quedan en sus lugares de origen, una ventaja que
suele alargarse durante un largo período de tiempo”.
Existen algunas excepciones a este patrón general, como la excesiva
utilización de los servicios de urgencias por los inmigrantes procedentes de
América Central y del Sur. También hay que destacar algunas particularidades
en distintos lugares, como la elevada frecuencia de consultas al medico general
y de hospitalizaciones por parte de los inmigrantes de África en Madrid o la
elevada frecuencia de utilización de especialistas privados por parte de los
inmigrantes procedentes de países ricos en la Comunidad Valenciana.
Este tipo de eventos requieren estudios cualitativos que profundicen en sus
causas, tal y como se recomienda en las conclusiones de la investigación. No
obstante, “se debe tener muy presente que la condición de inmigrante influye
más que el lugar de procedencia en el uso que se hace de los servicios
sanitarios, ya que en la mayoría de los servicios sanitarios los inmigrantes de
los países ricos muestran un comportamiento similar a los inmigrantes
procedentes de los países pobres”.
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