lunes, 15 de junio de 2009

La homosexualidad con pena de muerte en 9 paises.




"Hay países que penan con la muerte a gays y lesbianas, es preciso reconocer a este colectivo en la Ley de Asilo"


El colectivo Egham calienta motores para el Día del Orgullo Gay del 28 de junio. Hoy, a las 19.30 horas en el Koldo Mitxelena de Donostia, arrancan los actos reivindicativos con la charla de Ramírez de Olano sobre el derecho al asilo de las personas perseguidas por su orientación sexual
iñaki ramírez de olano, miembro de la comisión española de ayuda al refugiado (cear) en euskadi



ane paguey donostia
.'El otro exilio sexual'. ¿A qué se refiere el título de su conferencia?


Trata sobre el trabajo que estamos haciendo en la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR) en la línea de las peticiones de asilo de personas que sufren persecución por motivos de género. Esta cuestión abarca desde la violencia contra las mujeres hasta los matrimonios forzados, la mutilación genital o la vulneración de derechos del colectivo de lesbianas, gays, transexuales y bisexuales.

¿La vida de personas homosexuales o transexuales corre peligro en algunos países?


En 70 países del mundo está prohibido mantener relaciones homosexuales por ley, con multas y condenas de cárcel de hasta diez años. Y en nueve de ellos, además, puede castigarse con la pena de muerte. Es el caso de Nigeria o Sudán. Al margen de las normas legales, otro grupo de naciones considera que la orientación distinta a la heterosexual es una enfermedad mental, por lo que a gays y lesbianas se les somete a tratamientos médicos muy agresivos.

¿Se dan casos en los que la persecución, más que legal, es social o religiosa?


En Rusia, Perú, Colombia o Ecuador, por ejemplo, la homosexualidad no es ilegal, pero se dan unas circunstancias sociales que, incluso, pueden poner en riesgo la vida de las personas. También existen lugares donde los gays tienen recortados algunos derechos, como en Bangladesh, donde se les prohíbe la libertad de reunión o la formación de una familia.

¿Hay países que ofrecen asilo político a personas perseguidas por su identidad sexual?


Sí, los hay, pero el problema es que no se recoge como tal en las leyes, porque no es una persecución clásica. Gran parte de los países del Norte basan su reglamento de asilo en el concepto clásico de persecución, que tiene ya 60 años, por lo que muchas cuestiones no aparecen recogidas. Es el caso de las persecuciones de género, la medioambiental, la de derechos sociales y culturales o la de orientación sexual.

¿El Estado español ofrece amparo a gays y lesbianas?


Se dan algunos casos pero contados con la mano, muy puntuales. Tenemos constancia de uno o ninguno al año. Tampoco sabemos exactamente cuántas peticiones de acogida de homosexuales o transexuales se producen, ya que el Ministerio niega esa información. Sin embargo, calculamos que serán un 5% o un 10% del total. Es un porcentaje bajo, en parte, porque hay gente que ni siquiera sabe que puede solicitar amparo por esta condición.

¿Qué tipo de peticiones de refugio sí son aceptadas?


El Estado español concedió el año pasado unos 5.000 asilos. A pesar de que el Gobierno no da información sobre las razones de acogida, sabemos que, la mayoría, fueron casos clásicos de persecución, sobre todo relacionados con la política en países con dictadura. Estos temas son muy importantes, pero el Estado también tiene que ser garante de otros derechos humanos, como el de la libertad sexual.

¿Tienen conocimiento de alguna solicitud aceptada recientemente?


Hace poco, se concedió asilo a una pareja de mujeres de Colombia. En este país, el Gobierno no condena a las lesbianas, pero la situación social provoca que tengan un grave temor por su vida por la persecución que sufren por parte de guerrillas o grupos paramilitares a los que el Estado no controla.

¿Ha habido casos de personas que han solicitado asilo desde la Comunidad Autónoma Vasca?


En Euskadi, CEAR ha llevado el caso de una pareja de lesbianas peruanas que lideraban un movimiento por los derechos de los homosexuales y que, en su país, han sufrido persecución, agresiones e incluso secuestros de familiares.

¿Qué ocurre con las personas a las que se les deniega la condición de refugiados?


El procedimiento de asilo puede llegar a durar tres años y la persona que lo solicita, si se lo deniegan, pasa a estar en situación irregular, con riesgo de ser expulsada a su país, donde es perseguida.

¿Se dan diferencias entre hombres y mujeres?


Una vez más, en un mundo machista, la situación de la mujer es peor. La invisibilidad de las lesbianas en la mayoría de los países hace que sus derechos, en muchos casos, ni siquiera estén recogidos en las leyes de algunos Estados, que amparan sólo a varones homosexuales. Sin embargo, también es cierto que la persecución hacia los hombres es mayor en muchos lugares, precisamente porque son más visibles.

¿Qué reclama CEAR al Gobierno español?


Vivimos un momento realmente malo, estamos asistiendo con preocupación a un retroceso en la Ley de Asilo del Estado español, cuyos conceptos se están revisando. Bajo la excusa de hacer un análisis previo para eliminar los casos que claramente no son susceptibles de asilo, se va a crear una barrera que deja fuera a muchas personas que sufren persecución en sus países. En el caso concreto que nos ocupa, es preciso introducir expresamente el reconocimiento de la persecución por motivos sexuales. Desde CEAR estamos luchando para que así sea.

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