Santa Cruz de Tenerife, 2 de marzo de 2009.-
“Los inmigrantes no son el motivo de la sobrecarga que sufre el sistema sanitario público”, según se desprende de un informe elaborado por Movimiento por la Paz, el Desarme y la Libertad en Canarias (MPDLC), que hace hincapié en que no se puede hablar de “abuso” por parte de este colectivo de los servicios sanitarios, sino que hace un uso asistencial minoritaria, ya que se trata de una población joven y sana. Esto, a su vez, provoca que la aportación de este colectivo a la Seguridad Social esté por encima de los beneficios que obtienen de dicho sistema.
El mencionado documento, titulado “¿Los inmigrantes son la causa de la sobrecarga de los servicios sanitarios públicos?”, forma parte de una campaña de sensibilización que está desarrollando MPDLC dentro del programa “Más allá de la noticia” y en la que se analizan los principales tópicos sobre la inmigración que se recogen en los medios de comunicación.
Las conclusiones del informe han sido extraídas a partir de las opiniones de expertos de las Islas vinculados a las áreas de sanidad e inmigración. En este caso han participado el subdirector médico del Área de Urgencias del Hospital Universitario de Canarias (HUC), Guillermo Burillo; el vocal de las juntas directivas nacionales y canaria de Médicos del Mundo Carlos Arroyo; la mediadora cultural de Cruz Roja Karima El Mahmdi y la trabajadora social de Médicos del Mundo Eva Juana Díaz. Asimismo, se ha contado con la colaboración del Servicio de Urgencias Canario (SUC).A estas declaraciones se ha añadido también los resultados de diferentes estudios realizados a nivel nacional y autonómico en los últimos meses sobre este asunto.El trabajo de MPDLC resalta que, tal y como coinciden los expertos consultados, las causas de la saturación se encuentran en el incremento de la población en general registrado en los últimos años en Canarias, así como la propia naturaleza del sistema sanitario español, que centra sus esfuerzos en la prevención, pero que no cuenta con los recursos económicos y humanos suficientes.
Explica que la mayoría de los inmigrantes desconocen buena parte de los servicios sanitarios y muchos manifiestan cierta aversión a la hora de acudir a un centro médico por miedo a que les vaya a cobrar o a que se les niegue la asistencia. A esto se suma, también, las dificultades del idioma.
En el caso de la atención especial que pueda suponer la asistencia a los inmigrantes que llegan en cayucos, los expertos consultados puntualizan que pocas veces presentan un estado grave de salud y su incidencia en los servicios hospitalarios de urgencias puede asimilarse a la provocada por los accidentes de tráfico.
Por otro lado, el informe hace hincapié en la necesidad de que los inmigrantes tramiten la tarjeta sanitaria para poder ejercer los derechos de atención que les corresponden.
En las conclusiones se determina que, tal y como exponen los entrevistados, la aportación de los inmigrantes al sistema de la Seguridad Social está por encima de lo que reciben. Este punto ha sido también corroborado por el propio ministro de Trabajo e Inmigración, Celestino Corbacho, que, en una intervención en la Comisión de Trabajo e Inmigración del Congreso de los Diputados, celebrada en julio del año pasado, afirmó que su contribución a la Seguridad Social “está por encima de los beneficios que se les concede” como ciudadanos.
Precisamente, los últimos datos del Ejecutivo central recogen que Canarias fue la sexta comunidad con mayor número de afiliados extranjeros, con 87.540 afiliados extranjeros, de los cuales, la mayor parte, 49.929, procedían de países no pertenecientes a la Unión Europea.Por debajo del 10%Carlos Arroyo recuerda que, tal y como se puso de manifiesto en 2007 en un congreso nacional de medicina familiar y comunitaria, organizado por la Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria, “nunca una cifra inferior al 10% de los usuarios de un servicio puede colapsarlo”.
En su opinión, la causa de esta situación se encuentra en “un colapso crónico, provocado por una falta de inversión adecuada con arreglo al avance tecnológico”. En el caso de Canarias, agrega, ha incidido también el aumento poblacional que se ha registrado, superior al del resto del país, pero que, hace hincapié, “no depende de los inmigrantes”.
A su juicio, las soluciones en el Archipiélago pasan por un aumento de la dotación presupuestaria y de los recursos humanos, así como la actualización de la ficha financiera sanitaria de acuerdo con el censo actual.
Por su parte, el subdirector médico del Área de Urgencias del HUC, Guillermo Burillo, afirma que “la incidencia de los inmigrantes en las urgencias hospitalarias es muy baja”. Agrega que, en el caso de la llegada de pateras con enfermos graves, cuyos casos, apunta, “son muy pocos”, la presencia en las urgencias hospitalarias se limita a “cierta distorsión”, similar a la que puede provocar un accidente de tráfico.En su opinión, las causas de la saturación de las urgencias hospitalarias hay que ubicarlas en el incremento de la población, el insuficiente número de camas de hospitalización y el envejecimiento de la población, con el consiguiente aumento de las enfermedades crónicas. No obstante, se muestra optimista de cara al futuro y avanza que la situación mejorará sensiblemente en Tenerife en el plazo de dos años, gracias a la ampliación de la sala de observación del HUC en 24 camas y la puesta en marcha de hospitales comarcales en el norte y sur con plazas para crónicos.Burillo niega que los inmigrantes hagan un uso equivocado de los servicios de urgencias hospitalarios en mayor medida que la población autóctona. La única excepción, matiza, viene de la mano de los pacientes pediátricos, en donde, incluso, se detecta “un pequeño abuso”. Entre los motivos, alega los problemas que tienen los padres para acudir a las consultas de pediatría de Atención Primaria, que se realizan en horario de mañana y que coinciden con su jornada laboral, lo que genera una tendencia a que opten por llevar a los niños a las urgencias hospitalarias para que les realicen sus revisiones.
Por otro lado, destaca que el personal sanitario ha vivido un proceso de aprendizaje desde que comenzasen a llegar las primeras pateras y agrega que aspectos como el idioma son ahora una dificultad pero no una barrera, ya que se cuenta con servicios de traducción.
Para la mediadora cultural de Cruz Roja Karima El Mahmdi, los problemas de saturación del sistema sanitario están provocados por una mala gestión en la que “la inmigración no influye para nada” y cuyas consecuencias sufren tanto los españoles como los ciudadanos de fuera.
Admite que los inmigrantes presentan cierto miedo a ir al médico, por temor a que se les vaya a cobrar o que, en el caso de inmigrantes ilegales, se les niegue la atención.
Agrega que uno de los principales inconvenientes en la atención a los inmigrantes afecta a la comunicación e insiste en la necesidad de que tanto los centros de Atención Primaria como de Urgencias cuenten con más mediadores, para solventar problemas tanto de idioma como culturales.
Tarjeta sanitaria
Por su parte, la trabajadora social de Médicos del Mundo, Eva Juana Díaz, apunta que uno de los problemas más extendidos de los inmigrantes se centra en el desconocimiento sobre las posibilidades que tienen de acceso al servicio sanitario público.
Explica que, en el caso de los inmigrantes que trabajan y, por lo tanto, cotizan en la Seguridad Social, su cobertura es la misma que la de cualquier español que cuenta con un contrato laboral, con su correspondiente prestación al sistema.
Para el inmigrante que no cotice, la alternativa a la hora de poder acogerse a las prestaciones sanitarias viene de la mano de la obtención de la tarjeta sanitaria para personas sin recursos, que incluye todos los derechos de asistencia que cubre el sistema de la Seguridad Social de forma gratuita, ya que, de lo contrario sólo tienen derecho a una atención de urgencia que se les factura.
La única excepción a estas dos fórmulas afecta a los menores de 18 años y las embarazadas durante el periodo de gestación, parto y posparto, que tienen derecho a asistencia sanitaria en las mismas condiciones que los españoles que cotizan.El acceso a dicha tarjeta sanitaria está abierto a todas las personas, sea cual sea su procedencia, teniendo en cuenta que pueden solicitarla españoles que sumen más de tres meses sin cotizar, o situación administrativa, siempre que cuenten con pasaporte o documentación identificativa y estén empadronadas en un municipio canario.
Aclara que a esto se suma también un formulario en el que el interesado realiza una declaración jurada de sus rentas anuales. En función de dichos parámetros, la Administración resuelve si se concede o no la tarjeta.
Entre los estudios incorporados en el informe destacan dos publicados en la revista “Emergencias”, de la Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias, sobre las características y necesidades de la asistencia sanitaria a los inmigrantes que lllegan en cayuco a Canarias, considerados referente en su área.
En ellos se pone de manifiesto nuevamente “el buen estado de salud en el que llegan estos pacientes, lejos de tópicos en ocasiones malintencionados”, así como la baja proporción de pacientes derivados al hospital. También se reconoce que uno de los factores que ha influido en esta evolución ha sido “la curva de aprendizaje” de los sanitarios.
http://mementompdlc.blogspot.com/2009/03/un-informe-de-mpdlc-niega-que-la.html
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