Ante las manifestaciones de violencia de estos días en Roquetas de Mar, a partir del asesinato de un joven senegalés, SOS Racismo queremos hacer las siguientes reflexiones. Descartando el móvil racista en la muerte del joven, sí que la reacción colectiva posterior nos lleva a dar la voz de alerta ante las causas que la han provocado, las manifestaciones realizadas por los diversos implicados y el análisis de algunos medios de comunicación y representantes institucionales.
No hay mejor caldo de cultivo para la xenofobia que unas inversiones sociales insuficientes y una política de vivienda segregadora. El barrio de las 200 viviendas es un ejemplo de la dejadez de las administraciones. Una muestra de cómo estos espacios de exclusión social los ocupan cada vez más las personas inmigradas víctimas de una política de extranjería nefasta. A los nacionales pobres, se le suman ahora los recién llegados. Creándose así una competencia por los escasos recursos, que es fácil que derive en una creciente xenofobia cuando no se ve ningún tipo de salida y se hace un análisis simple en el que el último en llegar es el culpable de la situación.
A esta situación que viven varios barrios de nuestras ciudades, se ha de sumar la marginalidad que comportan problemas añadidos como: la presencia de tráfico de drogas; o el hecho de que los habitantes originarios sean de otro colectivo en perpetua desigualdad de oportunidades, como es el caso del pueblo gitano. Los brotes xenófobos y las acciones y manifestaciones racistas se pueden, y de hecho se dan, entre todos los colectivos independientemente de su origen o étnia. Este racismo latente lo vemos estos días en Roquetas a partir de las manifestaciones de violencia nocturna, los comentarios de los diferentes vecinos etc.
Situaciones como las de Roquetas muestran como la pobreza y la falta de credibilidad en: las instituciones, el sistema policial y la justicia; son factores que impulsan a la violencia vecinal. Una violencia que a la vez sirve para legitimar: los más bajos prejuicios racistas por parte de algunos medios de comunicación; y una falta de respuesta institucional coherente y a la altura de las circunstancias. En definitiva, la visión conflictiva de la inmigración y los estereotipos contra el colectivo gitano son utilizados y fomentados mediática y políticamente llegando al resto de la población del municipio y a la opinión pública.
Desde SOS Racismo, pedimos que:
La Delegación del Gobierno y las fuerzas policiales, continúen velando por el orden público como harían en cualquier conflicto vecinal. No es momento para aplicar detenciones en base a la Ley de extranjería e ir a la caza del irregular. Tampoco se pude dejar que cada cual se tome la justicia por su mano.
Las fuerzas policiales y la Justicia actúen para la identificación y detención inmediata del agresor que provocó la muerte del joven.
Se haga una declaración institucional y un compromiso político por parte del Alcalde para implementar un plan integral que promueva la convivencia, la lucha contra la segregación y la pobreza en la zona.
Los medios de comunicación traten con rigor las noticias, llamando a la calma, y no buscando análisis simplistas y xenófobos ni el morbo mediático.
SOS Racismo, como ya hemos hecho en otras ocasiones, alertamos de como cuando se abandonan las políticas sociales y de integración y se permite, cuando no se fomenta, la segregación en la vivienda (en el poniente almeriense hay diversos ejemplos), hechos como estos son desembocan en manifestaciones de descontento social. De esta manera se corre el riesgo que este descontento se canalice hacia el odio al diferente, es decir, hacia una violencia racista. Roquetas no es una batalla entre negros y gitanos ni una anécdota en una barriada conflictiva, sino una muestra más de como es determinante apostar activamente por la convivencia y la integración y de como actualmente hay vecinos de primera y otros de segunda y tercera. Este es el reflejo de una sociedad en la que no todos los ciudadanos y ciudadanas tenemos la misma categoría.
Federación de asociaciones de SOS Racismo en el Estado español
9 de septiembre de 2008
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