lunes, 8 de septiembre de 2008

NO al racismo





En un Avión, iniciado el vuelo...Una “señora” oprime insistentemente el timbre para llamar a la azafata…

-¿Cuál es el problema, Sra.?
- Pregunta la azafata.

-¿Es que no lo ve? - Responde la dama - Me colocaron junto a un sucio indígena. No soporto estar al lado de uno de estos seres repugnantes. ¿¿¡¡No tiene otro asiento!!??

-Por favor, cálmese… -dice la azafata- Casi todos los asientos están ocupados. Pero, voy a ver si hay un lugar disponible. La azafata se aleja y vuelve de nuevo algunos minutos más tarde:

-Sra., como yo pensaba, ya no hay ningún lugar libre en la clase económica. Hablé con el comandante y me confirmó que no hay más sitios disponibles en la clase económica. No obstante, tenemos aún un lugar en primera clase.

Antes de que la dama pudiera hacer el menor comentario, la azafata sigue:
-Es del todo inusual permitir a una persona de la clase económica sentarse en primera clase. Pero, dadas las circunstancias, el comandante encuentra que sería escandaloso obligar a alguien a sentarse junto a una persona tan repugnante.

Todos los pasajeros alrededor, observaban la escena, indignados.
Entonces, la azafata, dirigiéndose al indígena, le dice:
-Si el Sr. lo desea, tome su equipaje de mano, ya que un asiento en primera clase le espera.
Y los pasajeros, que, sorprendidos, presenciaban la escena, se levantaron y aplaudieron...

ES LA SEMANA DE LUCHA CONTRA EL RACISMO, ¡¡¡¡PARTICIPA!!!
Aporte de Rosa María González

1 comentario:

Anónimo dijo...

Ojalá que lo que aparece como aporte de Rosa Maria González, responda a un hecho real.
Y ojalá también que nuestra actuación ante hechos similares, de los que directa o indirectamebnte somos testigos en infinidad de ocasiones, se parezca a la de ese valiente comandante de la nave.

Si todos los que decimos que no somos racistas, fuéramos capaces de obrar así valientemente, por justicia (ya que todos somos iguales por ser hombres), ó por fé (por que todo hombre es mi hermano y veo a Dios en él) sería fácil la lucha contra la descriminación, del tipo que fuera.