jueves, 25 de octubre de 2007

Contra las agresiones racistas




Comunicado conjunto de ADEYADE Asociación de Ecuatorianos y Amigos de extranjeros; y SIETE, Sindicato de inmigrantes extranjeros y demás trabajadores de España
Madrid 23/10/2007


Ante las agresiones racistas sufridas por una compatriota ecuatoriana en el metro de Barcelona, ambas entidades expresamos nuestra indignación y absoluto rechazo a esta y cualquier expresión de racismo y xenofobia. Así mismo recordamos que el metro, los trenes y demás transportes públicos no son los únicos espacios donde el racismo está presente.


En la vida cotidiana de cada inmigrante en España el racismo es una realidad. Se puede presentar no solo en forma de palizas como la que ha sufrido la joven ecuatoriana sino también en forma de malas caras, indiferencia, negativas, rechazo, aislamiento, insultos, abusos de todo tipo y agresiones verbales. Manifestaciones de racismo que tampoco deberían quedar impunes pero ante las cuales el inmigrante está indefenso y podría parecer resignado, acostumbrado, impotente. Agresiones diarias que no son tan publicitadas precisamente por pasar casi desapercibidas. Sin duda este clima de impunidad es el caldo de cultivo de actos más graves como el que rechazamos hoy todos los inmigrantes.


Nos gustaria finalizar con un llamado a la sociedad española para que nos acompañe en este rechazo al racismo y la xenofobia. Queremos justicia y un castigo ejemplar para el agresor. También para que denuncien y ayuden a defenderse a los inmigrantes alla donde vieran que se producen este tipo de situaciones. A veces el miedo paraliza a las personas, la reacción de las personas que pasivamente asistieron a la agresión que aparece en el video es una muestra de ello. No dejemos que nuestra vida en común se convierta en un espacio de violencia. Apostemos por convivir en paz.


Contacto: Presidenta Adeyade y Asamblea Nacional Siete: Ritha Gortayre. Telf: 655553226

1 comentario:

Jónathan Gil Guerrero dijo...

Acabo de descubrir tu blog y me gusta mucho.
Es cierto en la vida cotidiana hay mucho racismo de "pequeña escala" pero abominable.