Nivel bajo de solidaridad en España con los refugiados

Declaraciones del Presidente Nacional de CEAR a La Provincia-Diario de Las Palmas 04 11 07 (1)

JOSÉ NARANJO - LAS PALMAS DE GRAN CANARIA.

- ¿Entre los inmigrantes que llegan a Canarias vienen muchos refugiados políticos?-

Cada vez hay más flujos mixtos con refugiados de guerra, inmigrantes económicos, mujeres que huyen de la violencia de género o religiosa, refugiados medioambientales... Es gente que se mueve por distintas razones y cada vez es más difícil distinguir entre ellas. La legislación de asilo debe ser más generosa y cubrir estas nuevas formas de persecución. Como los desplazamientos provocados por el cambio climático, un solo centímetro que suba el mar provoca un millón de desplazados. También hay muchos inmigrantes económicos que por las condiciones en que tienen que realizar el viaje se convierten en vulnerables, como los que llegan en cayucos. No es que todos tengan que quedarse, pero muchas veces empiezan su viaje como inmigrantes económicos y acaban como refugiados.-

¿Cómo es posible?-

El tránsito se ha convertido en protagonista de la inmigración. Las migraciones duran de seis meses a un año, en un tiempo tan largo las mujeres, por ejemplo, son víctimas de trata y nuevamente requieren protección. También hay muchos que sufren mutilaciones o enfermedad durante el viaje o por el mero hecho de ser una raza distinta, ya sufren persecución.-

¿Es consciente de que ese discurso es difícil de asimilar para una parte de la sociedad española, que percibe a los inmigrantes como una amenaza?-

CEAR no plantea papeles para todos, sino muchísima más comprensión hacia estas personas, partiendo además de la base de que nuestro país los necesita para mantener la actividad económica y el bienestar. El nivel de solidaridad en España con la gente que necesita protección internacional es muy bajo. Para hacernos una idea, aquí se reconocen 300 refugiados al año, mientras que sólo por el conflicto de Irak, provocado por las potencias occidentales, entre ellas España, se han producido cerca de cuatro millones de refugiados. La desproporción es brutal. Si en lugar de 300 fueran 10.000 no supondría ningún problema para este país, todas las cifras indican que España requiere de entre 300.000 y 500.000 personas todos los años.